La religión católica ha sido la religión oficial en Bolivia hasta 2009, año en que se aprueba la Nueva Constitución Política del Estado y Bolivia se convierte en un Estado laico, siendo que el 80% de la población es católica.
En tiempos de la colonia, los españoles se mostraron intolerantes respecto a las creencias de los pueblos originarios de Centro y Sudamérica.
Para evangelizar a los nativos, se valieron de métodos severos, como la construcción de iglesias cristianas sobre templos indígenas. Como consecuencia, los originarios americanos adoptaron la religión cristiana, sin dejar de practicar la propia y de la fusión de estas creencias se da una suerte de sincretismo, que caracteriza a la cultura latinoamericana.
En el mundo andino existen dos culturas predominantes: la aymara y la quechua. En ambas se venera a la Pachamama: Madre Tierra.
Como resultado de la imposición de la religión católica, muchas deidades de los pueblos indígenas se siguieron adorando, a través de los santos cristianos. Un ejemplo que ilustra la figura es la simbiosis entre la anteriormente mencionada Pachamama y la Virgen María. Sucede algo parecido con el Dios Thunupa que es identificado con San Bartolomé o con Illapa que se asocia a la imagen del Tata Santiago.
En torno al sincretismo en Bolivia existen muchos mitos y teorías, lo que no se puede negar es que el país cuenta con un rico componente cultural, proveniente de una pluralidad de creencias y costumbres que al mezclarse dan lugar a una inmensa gama de manifestaciones artísticas, plagadas de misticismo, ritmos y colores.